domingo, septiembre 24, 2006

Canto de canario

Afuera hace frio.

- ¿Qué es lo que te da miedo? Abrime la puerta, dale.

Pero la puerta no dice palabra.

- Pareces una nenita perdida. ¿No te das cuenta?

Del otro lado. Ella cuenta hasta mil.

- Nube, nubecita mía. Abrime por favor. Me siento muy mal.

Se escapa el silvido de un canario, ignorante de toda catástrofe.

- ¿Nube, qué pasó? ¿Qué se nos murió?

Del otro lado de la puerta, hay ojos que ven en el vino sangre, en el mantel alfombra, y en la botella un cadaver.

- ¿Los sueños?

Ella habla.

- ¿Podemos salir de esta conversación?


Él se sintió mal por ella, no por él mismo.

Ella no se levantó de la silla.

Él nunca supo que le pasó por el pecho.

Ella no abrió la puerta.

Él sintió la culpa de no sentir culpa.

2 comentarios:

Laura Junowicz dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Laura Junowicz dijo...

me encantó
me encantó
me encantó