¿Qué pasa con los que no esperan el infierno?
¿Con los que lo viven ahora?
¿Qué significa eso para ellos?
¿Es posible que crean en dios
o en ellos
mientras la calle los envuelve
en una manta áspera
y viven de la resaca de una ciudad?
¿Qué locura los salva?
¿Dónde esta la sagrada solidaridad
y su culto a la diferencia?
La maquinosa, salvadora y relajadora
solidaridad
con sus tejidos de abuelita
y sus parches
de crema y canela,
sus intentos austeros
y reparadores,
su concienciarte puntilloso.
¿Dónde están sus
panfletarias
obras de caridad
para salvarlos?
¿Qué ahorros los tranquiliza?
¿Qué dedos quedan por meterles
si es que alguien se atreve
a mirarlos primero?
¿En qué catalogo figuran
contabilizados y ordenados?
¿A que les huele su cuerpo?
¿Qué desesperación ya consumida
nos aleja nuestro paso de ellos?
y en esta ciudad:
¿Qué aires son buenos para ellos?
¿A qué se refieren con eso, dirán?
¿Dónde están?
que no los siento
enserio
¿Cuál es la gracia?
¿Qué eco de silencio
me responde esa pregunta?
¿Quién se respira
esos aires,
los buenos aires?
domingo, diciembre 03, 2006
Poema de una deuda
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3 comentarios:
Esto es algo nuevo,
me gusta mucho!
tomi!
buenísimo, me gustó mucho, enserio, y es como dice patt, es algo bastante nuevo y diferente en vos...
avanti muchachio!
tomas! bananon! somos jelen y tina y nos gustaron tus sucios aires llenos de polen asqueroso
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