lunes, marzo 19, 2007

yo no

La gente en la ciudad no se aguanta...
no se aguanta ser lo que es, tener lo que tiene, siempre quiere más y más. Y pide...
y pide sentada desde su casa mirando la televisión o arrodillada con las manos juntas a quién sabe quién. Se queja si no se puede sentar en el colectivo, por qué no tiene un auto, por qué la vida es tan mala con él/ella.
Se acostumbra a ver lo que hacen los demás para compararse y volverse a preguntar por qué yo no tengo un auto, por qué yo no una linda casa con jardín y pileta, por qué yo no.
La gente en la ciudad sentada en su casa ve televisión y ahí se lamenta más: por qué esta vida, por qué el anonimato...
y no una vida llena de triunfo, éxito y gloria como la de la chica que aparece desnuda, en la tapa de una revista, tapándose las tetas con las manos, diciendo “lo que más me importa son mis hijos”. La gente de la ciudad se pregunta por qué yo no tengo ese cuerpo por qué yo no esa plata.
La gente en la ciudad camina hacia el mismo lugar y pretende ser feliz.
ser feliz consta de: tener un buen trabajo, o un buen sueldo que le permita comprarse un nuevo celular, una computadora, un home theatre, un mp3 donde escuchar la música que escuchan todos, o el último artículo de tecnología o confort; y de vez en cuando darse un gusto: ir al cien, ir a comer afuera, ir a un recital, ir al spa. Y una buena familia, donde el marido/mujer no le meta los cuernos, los hijos estudien carreras universitarias y les den nietos rubios de ojos claros para mostrárselos a sus amigos.
La gente de la ciudad que vive en sociedad va toda junta y a la moda...
la moda la marcan los modelos, modelos siempre inalcanzables, porque son ideas, ideales, inventos sociales, para que la gente de la ciudad camine toda junta hacia el mismo lugar.
La gente de la ciudad segada por querer pertenecer, camina al mismo paso, un ritmo acelerado, en el que llega el más rápido, el que no pregunta nada y va, corre, corre para llegar (no se a que lugar)...
y guay de que no se le haga tarde, porque para la gente de la ciudad que se haga tarde es fatal.
La gente de la ciudad vive la misma vida de acuerdo a los tiempos que corren...
en la ciudad los tiempos corren y la gente y los niños y los viejos, aún con artrosis, también corren.
La gente de la ciudad no tiene tiempo para parar y preguntarse porqué y para qué esta en el mundo, qué es lo que quiere para su vida y cómo lo puede hacer.
La gente de la ciudad solo quiere pertenecer a la sociedad y va a hacer todo y lo va a dejar todo por no ser menos que los demás.

Pero yo no puedo...
Yo...
no quiero...
soy lenta...
voy a paso lento
a veces con miedo...
y me pregunto ¿ y el amor?
¿el amor,
dónde está?

2 comentarios:

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

También quisiera ir lento.
Pero no puedo, me he criado acá. También siento que llegar tarde es la muerte.
Pero, epa, estoy descubriendo otros ritmos. Más caseros.
Os los recomiendo.

Abrazo Rockero

Unknown dijo...

El amor está en todas y cada una de esas letras.
Es hermoso.