domingo, enero 18, 2009

Fragmento

Voy a sacarme máscaras con las manos desnudas cuando llueva. Quizá yo también esté desnuda (y sola), quizá en el medio de una selva chaqueña o monte cordobés. Ese momento de tal intimidad con la naturaleza me duplicará y me veré de frente. Ese momento de verdad absoluta que es el completo. Hombre o mujer danzando con el escenario más irrepetible del universo.

Voy a esperar a la noche. Encenderé un fuego y miraré al cielo. Estoy dentro de algo. ¿Todo eso se mueve o me muevo yo? Qué intriga. Me quita el sueño.

Noche a noche conté los ciclos para saber en qué nave estoy viajando. Los anoté prolijamente en la Tierra. He pasado no tiempo escribiendo cada línea. ¿Es la Tierra una nave? De día lo olvido, no lo sé.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Me fascina pensar que la Tierra es una nave...

(¡Bienvenida!)

Acicalada dijo...

Qué es de la vida de Parafinada????

fauno dijo...

esos lugares del monte son los más misteriosos, lo más plenamente cósmicos, los elegidos para la libertad, y hay que disfrutarlos como niños, como lo hacés vos seguramente... allá vamos firmamento autóctono, esperanos tranquilos, porque la nave tiene mucha energía por ahora...