lunes, agosto 07, 2006

Cuando tu hijo se va con otra

Tu culo sentado caduco anclado,
en silla de hierro se queda varado.

Tu cara se encera podrida y vacia
con ojos de ciega y curvas caídas.

Tus manos rugadas heladas guantadas,
cortadas como hadas de rotas alas.

Tus pechos aljibe secos resecos
se enferman con femmes fermentos.

Tu voluntad suicida muere y caída
envidia perdida, vacía y sin Vida.

1 comentario:

Tomás Milton Horovitz dijo...

wuaw!
Que bueno que esta!

re funciona la estructura y el remate..