lunes, octubre 23, 2006

Caminaba por Corrientes y me crucé con un semicírculo de chicos acorralando a un ínfimo animal .Gritaban y reían, pensaban en voz alta como matarlo, manteniendo una considerable distancia.
-Que les de miedo y lo dejen en paz al pobre sapito-pensé, como deberían hacer conmigo. Si lo alzan les va a mear encima y eso no les va a gustar. Yo no quiero mearles en la cara pero si me alzan, eso a mi no me va a gustar.
Que me tengan miedo y me dejen en paz.
Yo los miro hasta incomodarlos para que me dejen en paz
no los llamo o los vuelvo a llamar
los traiciono
les miento
les oculto
les pego
les canto
les pido que me canten
los invito
los espero
los hago esperar
los ansío
los impaciento
los confundo
los enamoro
los beso
los acabo
los lastimo
los lloro
los hago llorar
los abandono
Que me dejen en paz. Porque a ellos no les gusta que les meen en la cara y a mi no me gusta que me alcen. Como el sapito, que a esta altura ya debe haberlos meado a todos esos chicos y de a saltitos ya debe haber llegado a Medrano que es a donde yo iba antes de cruzarme con este bar en el que tuve que entrar para sentarme a pensar:¿qué hace un sapo
en la ciudad?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Redondísimo!

PD: ¿No se ponen re contentos cuando entran acá y ven que aparece un texto nuevo?

vero dijo...

si si