Siempre me enseñaron a ser amable
cuando era chica y alguien me ofrecía un caramelo,
mi madre increpaba:
- ¿Qué se dice?
- Gracias.
Durante años aprendí la lección, repetí la fórmula.
La vida es un vecino ofreciéndote caramelos,
y hay que ser agradecida.
Pero si un día la vida me ofrece un media hora
que no me gusta,
- ¿Qué se dice?
2 comentarios:
Jime, me parece que estás haciendo una revolución desde tu literatura!! una revolución personal que además de ultra femenina y sencilla, también delicada, suave y dulce...
me encanta, dejá de decir que tus textos son poca cosa y agrandate con ésta emorragia de creatividad que es increible.
sigo deleitándome al leer...
adios
¿qué se dice?
"No, te agradezco."
Publicar un comentario