martes, septiembre 20, 2005

impro I - teléfonos




teléfonos


era de noche. el departamento estaba vacío, al igual que la calle. la noche era fresca: corría una leve brisa entre los edificios. la brisa era húmeda, de esas brisas de primavera que refrescan para más luego inundar cada poro de la piel con una ola de calor. era una premonitoria brisa de tormenta.
el teléfono sonó impasiblemente en la quietud del departamento vacío. sonó solo en la oscuridad. sonó sin piedad; sin la más mínima mueca de emoción. el teléfono sonó en cámara lenta, como lo hacen las cosas que no pueden hacer otra cosa que esperar.

quizás ese velo de silencio no era más que una enseñanza, un tipo de mantra castigatorio y telefónico destinado a torcer el camino. una mordaza unilateral en cada sonido ahogado, en el chicle de tiempo muerto que lo masticaba desde el auricular.

no veo luz desde acá. o no estás o te estás escondiendo.

era de noche. ahora la cabina estaba vacía, al igual que la calle. él salió de la cabina. se quedó parado unos instantes, con la mirada perdida en las baldosas de la vereda; giró para echar una última mirada a ese segundo piso. noche se cerró, al brisa se violentó y la calma que precede a la gran tormenta ya estaba muerta. las luces de la noche de palermo se fundían, se desdibujaban acuosas en su retina, mientras se alejaba caminando, sintiendo cada vez más, el frío de la brisa.

yo estoy acá, no me estoy escondiendo - pensé por mis adentros.




es hora de partir.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente despliege visual de la situación!
(resalto la condición meteorológica)

salu2!