domingo, septiembre 04, 2005

autobiográfica

Cuando mi papá me parió (porque él así lo cree)
dicen que gritó chancleta!
Y yo, para chocar de entrada, pegué un llanto.

De chica en mi familia me decían hime,
y yo, mutilada andaba.

Tenía once años cuando los reyes me regalaron
una bicicleta que aún no sé cómo andar.
A esa edad también aprendí a nadar,
pero terror al mar le tengo (como a todo lo que no
tiene límites).

- Ay! Vos siempre ahogándote en un vaso de agua!, me decían.

Me recibí de todo:
acuamán de pecera,
tarzán de maceta,
inspectora de zócalos,
esquimal de cubito,
con honores.

Cuando dejaron de decirme, empecé a decir yo.
Y prometí nunca más callarme.

Ahora, Jimena dicen.

- ¿Jimena qué?

- Jimena H.

- Pero la H es muda!

- Sí, pero yo no.

2 comentarios:

parafinada dijo...

Cómo me gusta éste texto!!
cómo me emociona y conmueve!!
aguante!!
aguante éste texto!!

Es como...
como...
como un texto de principios...
un basta literario!! jeje

Grande Jime!!!

Unknown dijo...

Excelente remate.
Salió solo o lo pensaste?